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miércoles, 16 de enero de 2013

La gran tribulación



A. La gran tribulación en contraste con la tribulación en general
Ha habido mucha confusión en torno a la doctrina de la Gran Tribulación porque algunos no han hecho la distinción entre las tribulaciones y sufrimientos generales del pueblo de Dios y el período específico de la Gran Tribulación descrito en el Antiguo y el Nuevo Testamentos. El concepto de tribulación supone un tiempo de presiones, aflicciones, angustias de corazón y perturbaciones en general. En consecuencia, una situación de tribulación es una experiencia común de la raza humana que resulta de su pecado y rebelión contra Dios y del conflicto entre Dios y Satanás en el mundo.
Según Job 5:7: «Como las chispas nacen para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.» Cristo aseguró a sus discípulos en Juan 16:33: «en el mundo tendréis aflicción». Los sufrimientos de Job en el Antiguo Testamento y los problemas de Pablo con su aguijón en la carne en el Nuevo Testamento son sintomáticos de una raza humana que constantemente está en tribulación y soportando muchos tipos de aflicciones. Estas han caracterizado a la raza humana desde Adán y seguirán en alguna medida hasta que la historia humana haya terminado su carrera, aunque se verá grandemente aliviado durante el reino milenial.
En contraste con estas intimaciones generales de pruebas y sufrimientos que afligen a la raza, las Escrituras hablan de un tiempo especial de tribulación al fin de la era, un tiempo específico de gran tribulación que durará cuarenta y dos meses y desembocará en la segunda venida de Cristo.
B. Doctrina veterotestamentaria de la gran tribulación
Ya en Deuteronomio 4:29-30 se advirtió a Israel a fin de que se volviera al Señor cuando se viera en el período de tribulación de los últimos días. Este tiempo específico es objeto de especial atención por el profeta Jeremías. En Jeremías 30:1-10 predice que el tiempo de tribulación será precedido por un regreso parcial de los hijos de Israel a su tierra:
«Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán» (v. 3).
Inmediatamente después, en los versículos 4-7 se describe el período de tribulación que vendrá sobre ellos después de haber regresado a la tierra. Israel estará con dolores como de una mujer que está de parto. El tiempo de tribulación se describe específicamente en Jeremías 30:7: « ¡Ah, cuán grande es aquel día!; tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.»
A Israel se le da la promesa de que aunque tenga que pasar por este tiempo de gran tribulación, Dios quebrantará el yugo de su cautiverio y ya no servirá más a los gentiles. En cambio, según el versículo 9, «servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré». Esto anuncia el reino milenial, cuando David será resucitado y con Cristo reinará sobre la casa de Israel. De acuerdo con esto, a Israel se le da ánimo para que no desmaye; es el propósito de Dios que a su tiempo «Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo y no habrá quien espante» (y. 10).
El tiempo de la angustia de Jacob, o gran tribulación, está considerado en Daniel 9:27 después del quebrantamiento del pacto. Aquí se revela específicamente que será la mitad del período de siete años, esto es, tres años y medio. «El príncipe que ha de venir» (Dn. 9:26) «por otra semana confirmará el pacto con muchos» (y. 27), esto es, hará un pacto de siete años. Quebrantará el pacto en la mitad de la semana, esto es, después de tres años y medio, y «hará cesar el sacrificio y la ofrenda» y producirá la abominación del templo.
Daniel 12:11 añade la información: «Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.» Esto es aproximadamente tres años y medio y algunos días, y el período incluye la segunda venida de Cristo y los primeros juicios que se realizarán. La bendición descrita en Daniel 12:12, que vendrá después de 1335 días, incluye no solamente el tiempo de la Gran Tribulación, la segunda venida de Cristo y los juicios, sino también el establecimiento del bienaventurado reino milenial sobre la tierra. Consecuentemente, el período de la Gran Tribulación se especifica como de cuarenta y dos meses o tres años y medio.
La Gran Tribulación terminará con la segunda venida de Cristo. Según Daniel 7:13-14, el período concluye con la venida del Hijo del Hombre del cielo, quedando todas las naciones bajo su dominio. El rey impío y el gobierno que preceden a la segunda venida de Cristo serán destruidos (Dn. 7:26), y el reino eterno comenzará y será caracterizado primero por el reino milenial y luego por el gobierno de Dios en los nuevos cielos y la nueva tierra. La doctrina del Antiguo Testamento es relativamente completa, pero a esto se puede agregar la revelación del Nuevo Testamento.
Según Daniel 11:36-39, el tiempo del fin será caracterizado religiosamente por una religión atea encabezada por el gobernador mundial. En estos versículos es descrito como un gobernante absoluto que descarta todos los dioses anteriores y se magnifica a sí mismo por sobre Dios. Honra solamente al dios de la fuerza, esto es, al dios de la guerra. Es materialista y ateo. Su reino termina en la guerra gigantesca descrita en los versículos 40-45. Los ejércitos del sur, del norte y del oriente lo presionan. Aunque aparentemente es capaz de resistir por un tiempo, en el momento de la venida de Cristo aún está la batalla en todo su vigor, con lo que termina la Gran Tribulación.
C. La doctrina de la gran tribulación en el nuevo testamento
Cuando los discípulos le preguntaron acerca del tiempo de su segunda venida y del fin del siglo, Jesús les dio en primer lugar una serie de señales que para nosotros ya se han cumplido en su mayor parte, acontecimientos y situaciones que caracterizan la era que se extiende entre la primera y la segunda venidas de Cristo (Mt. 24:3-14).
Luego, en Mateo 24:15-29, Cristo responde a la pregunta sobre señales específicas describiendo la Gran Tribulación misma. Dice que comenzará cuando los hombres vean en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (y. 15), refiriéndose a la profanación del templo y a la ocupación del lugar de Dios en el templo por el gobernante del Mediterráneo. Avisa a los hijos de Israel que cuando esto ocurra, y será identificado por algún acontecimiento específico en un día determinado, deben huir a las montañas para salvar la vida.
Cristo declara en Mateo 24:21-22: «Porque habrá entonces gran tribulación, cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.» Aquí Cristo identifica claramente el período de gran tribulación, en contraste con todos los demás períodos de tribulación. Va a ser tan grande en su extensión, que eclipsará toda otra experiencia previa del mundo en cuanto a sufrimientos.
La tribulación será tan grave que, a menos que sea acortada (literalmente, terminada), ningún ser humano quedaría vivo sobre la tierra. Esto no implica, como algunos han interpretado la palabra «acortados», que terminará antes de los cuarenta y dos meses. Significa simplemente que si no fuera terminada por la segunda venida, la Gran Tribulación exterminaría toda la raza humana. «Por causa de los escogidos» —ya sea que se refiera a los salvados de Israel, a los salvados de los gentiles o a ambos— el regreso de Cristo, aunque será un tiempo de juicio para el mundo, será un tiempo de liberación para los salvados.
En los versículos que siguen, nuestro Señor describe algunas de las características de este período. Habrá falsos profetas y falsos cristos (Mt. 24:23-24). Habrá falsos informes de que Cristo habrá venido secretamente (y. 26). Avisa sus discípulos que ninguno debe ser engañado en aquel tempo, porque la segunda venida de Cristo será un acontecimiento público como el relámpago que alumbra desde el ‘riente hasta el occidente (y. 27). La tribulación misma también se describe en el versículo 29 como el tiempo cuando el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán «conmovidas». Esto será seguido por la venida de Cristo. La descripción de la Gran Tribulación dada por Cristo en respuesta a la pregunta de los discípulos es confirmada por la información adicional en Apocalipsis 6 - 18. En el capítulo 6 e abre el rollo de los siete sellos descrito en Apocalipsis 5:1. A medida que se rompe cada sello comienzan a sobrevenir grandes catástrofes sobre el mundo. Esto empieza con el primer sello, que describe un gobierno mundial (Ap. 6:1-2). Esto es seguido por guerras (vv. 3-4), hambres (vv. 5-6) y la muerte de la cuarta parte de la tierra (vv. 7-8). El quinto ello representa a los mártires que mueren en aquel período vv. 9-11), y grandes disturbios en los cielos, incluyendo las estrellas que caen del cielo y un gran terremoto sobre la tierra, y el sol que se pone negro y la luna como sangre vv. 12-14). El impresionante despliegue de poder divino en 1 mundo inspira temor a los incrédulos, que piden a las montañas que caigan sobre ellos y los salven del gran día de u ira (vv. 15-17).
Cuando se rompe el séptimo sello (8:1) sale de él otra serie de siete, llamada las siete trompetas de los ángeles (Ap. 8:2 - 9:21; 11:15-19). Estos grandes juicios en su mayor arte son catástrofes sobre el mundo natural que tienen como resultado la pérdida de muchas vidas, en que la tercera parte de la tierra es consumida por el fuego, una tercera parte el océano se convierte en sangre, destruyendo un tercio de las criaturas del mar, las estrellas del cielo caen sobre una tercera parte de los ríos (8:7-11). La cuarta trompeta concierne a las estrellas; una tercera parte del sol, la luna y las estrellas se oscurecen, y se da la predicción de terribles desastres que sobrevendrán con las tres trompetas siguientes.
La quinta trompeta (9:1-12) presenta a los inconversos atormentados por demonios durante cinco meses de terrible agonía, pero incapaces de quitarse la vida. La sexta trompeta (9:13-21) se relaciona con el gran ejército que viene del oriente y cruza el río Eufrates para participar en la gran guerra del fin del período de la tribulación. La séptima trompeta (11:15) está cerca del fin del período y anuncia la venida de Cristo y el establecimiento de su reino.
Sin embargo, la séptima trompeta introduce otra serie de siete juicios que aparecen en rápida sucesión, y que se denominan las copas de la ira de Dios en Apocalipsis 16. Cada uno de éstos es más destructivo que las trompetas del juicio y constituyen un derramamiento final de la ira de Dios sobre la tierra, preparatorio de la segunda venida de Cristo mismo.
La sexta copa está relacionada con la preparación de la gran batalla de Dios que se centra en un lugar llamado Armagedón, por lo que esta batalla recibe el nombre de batalla de Armagedón. Aquí los reyes de la tierra y sus ejércitos se han reunido para la batalla según Apocalipsis 16:14. La aparente contradicción de Satanás que inspira a los reyes de la tierra a fin de que se rebelen contra el gobernante que Satanás mismo ha puesto sobre el trono del gobierno mundial, aparece solucionada por este hecho: Satanás reúne sus fuerzas bajo la ilusión de que están peleando por el poder mundial, pero realmente están guiados por Satanás a fin de oponerse a los ejércitos que acompañarán a Cristo cuando El vuelva a la tierra (Ap. 19:14).
La copa final, descrita en Apocalipsis 16:17-21, consiste de un gran terremoto que destruye las grandes ciudades del mundo, trae juicio contra Babilonia y hace desaparecer las islas y montañas. El clímax es una gran tormenta de granizos, con granizos de un talento de peso, esto es, unos 46 Kilos, que destruyen lo que había quedado. El mundo está en estado de caos y destrucción y en guerra en el momento de la segunda venida de Cristo.
¡Qué sueño más falso han tenido algunos teólogos que imaginan que el mundo irá mejorando poco a poco hasta que gradualmente queda sometido al evangelio, y de este modo es conducido a la obediencia a Cristo! Más bien las Escrituras describen el mundo en un horroroso clímax de maldad y rebelión contra Dios, encabezado por un gobernante mundial ateo, blasfemo y perseguidor de todos los que se identifican con Dios.
El reino de justicia de Dios sobre la tierra será introducido por la segunda venida de Cristo y no por esfuerzos humanos, y será un juicio dramático sobre la maldad del mundo, al mismo tiempo que será una maravillosa liberación para quienes han puesto su confianza en Cristo en esos trágicos días.
El hecho de que la Gran Tribulación sea tan terrible, destinada para el incrédulo y para el blasfemo más que para el hijo de Dios, es otra razón por la que muchos creen que el arrebatamiento de la iglesia ocurrirá antes de este terrible tiempo de sufrimientos. Es significativo que la iglesia jamás se nombra en los pasajes relacionados con la Gran Tribulación; aunque habrá hombres que vendrán a Cristo y son llamados santos, jamás se usan las expresiones específicas que los relacionarían con la iglesia. En cambio, son judíos salvados y gentiles salvados, muchos de ellos sometidos a martirio, y son muy pocos los que sobreviven en el período.
Tomada como un todo, la Gran Tribulación es un preludio de la segunda venida de Cristo, haciendo claro cuán necesaria es la intervención divina en el escenario mundial, tanto para juzgar a los malos como para liberar a los santos, y proporcionando un agudo contraste entre la tenebrosa hora de la tribulación y la gloria del reino que la sucederá.
PREGUNTAS
1. Distinguir entre tribulación en general y Gran Tribulación.
2. ¿Cuál es la primera referencia al tiempo futuro de la Gran Tribulación en las Escrituras?
3. Según Jeremías 30:1-10, ¿cuál es el orden de los sucesos al final de la era?
4. ¿Cómo se relaciona la profecía de Daniel 9:27 con la Gran Tribulación?
5. ¿Qué suceso señala el quebrantamiento del pacto y el comienzo de la Gran Tribulación?
6. ¿Qué caracterizará a la religión de la Gran Tribulación?
7. Describir la guerra al final de la Gran Tribulación, según Daniel.
8. ¿Qué suceso pondrá término a la Gran Tribulación, según Daniel?
9. Según Cristo, ¿qué suceso pone en marcha la Gran Tribulación?
10 Según Cristo, ¿qué va a hacer Israel en el período de la Gran Tribulación?
11. ¿Qué ocurriría, según Cristo, si la Gran Tribulación no fuera terminada por su segunda venida?
12. ¿Cuáles son algunos sucesos y situaciones que preceden inmediatamente a la venida de Cristo, según Mateo 24?
13. ¿Cómo se describe la venida de Cristo misma en Mateo 24?
14. Según Apocalipsis 6:1 - 8:1, ¿qué sucesos están relacionados con la ruptura de los siete sellos?
15. Según Apocalipsis 8:2 - 9:21, ¿qué sucesos están relacionados con el toque de las siete trompetas?
16. ¿Cuál es la situación descrita por el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios en Apocalipsis 16?
17. Describir en detalle los resultados del derramamiento de la séptima copa sobre la tierra.
18. ¿Cómo demuestra la descripción de los sellos, trompetas y copas que el punto de vista postmilenial de que el mundo mejorará gradualmente no tiene apoyo bíblico?
19. ¿Cómo se realizará el reinado justo de Dios en el mundo?
20. ¿En qué forma apoyan los juicios gráficos de Dios durante la Gran Tribulación la doctrina del arrebatamiento como un suceso que la precede y por ello da gran consuelo e inspiración a los cristianos?