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martes, 1 de octubre de 2013


Lo Que Dice LA BIBLIA  Acerca de 
Reprender,  Amonestar, Enseñar, Exhortar, Corregir, Reconvenir, Redargüir,  y  Disciplinar
REPRENDER: Corregir, Amonestar a una persona desaprobando lo que ha dicho o hecho.
Proverbios 1:25 dice: "Sino que desechasteis todo consejo mío, Y MI REPRESIÓN NO QUISISTEIS".
Proverbios 2:30 dice: "Ni quisieron mi consejo, y MENOSPRECIARON TODA REPRENSIÓN MÍA".
Proverbios 10:17 dice: "Camino a la vida es guardar la instrucción; PERO QUIEN DESECHA LA REPRENSIÓN YERRA".
Proverbios 12:1 dice: "El que ama la instrucción ama la sabiduría; MAS EL QUE ABORRECE LA REPRENSIÓN ES IGNORANTE".
Proverbios 13:1 dice: "El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador NO ESCUCHA LAS REPRENSIONES".
Proverbios 15:32 dice: "EL QUE TIENE EN POCO LA DISCIPLINA MENOSPRECIA SU ALMA: Mas el que escucha LA CORRECCIÓN tiene entendimiento".
Proverbios 24:24,25 dice: "El que dijere al malo: Justo eres, los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones; MAS LOS QUE LO REPRENDIEREN tendrán felicidad, y sobre ellos vendrá gran bendición".
Proverbios 28:23 dice: "EL QUE REPRENDE AL HOMBRE, hallará después mayor gracia que el que lisonjea con la lengua".
Proverbios 29:1 dice: "EL HOMBRE QUE REPRENDIDO endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina".
Proverbios 30:6 dice: "No añadas a sus palabras, PARA, QUE NO TE REPRENDA,  y  seas hallado mentiroso".
Eclesiastés 7:5 dice: "Mejor es oír LA REPRENSIÓN DEL SABIO que la canción de los necios".
Mateo 18:15 dice: "Por tanto, si tu hermano peca contra ti, VE Y REPRÉNDELE ESTANDO TÚ Y ÉL SOLOS: si te oyere, has...."
Mateo 18:20 dice: "ENSEÑÁNDOLES QUE GUARDEN TODAS LAS COSAS que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén".
Lucas 17:3 dice: “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, REPRÉNDELE: y si se arrepintiere, perdónale".
Juan 3:20 dice: "Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, PARA QUE SUS OBRAS NO SEAN REPRENDIDAS".
1 corintios 14:31 dice: y todos sean exhortados.
2 corintios 6:1 dice: os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
2 Corintios 8:17 
dice: "Pues a la Verdad recibió la exhortación".
2 Corintios 9:5 dice: "Por tanto, TUVE NECESARIO EXHORTAR A LOS HERMANOS que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra".
Gálatas 5:19-21 dice: "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; ACERCA DE LAS CUALES OS AMONESTOCOMO YA OS LO HE DICHO ANTES, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios".
Efesios 5:11 dice: "Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, SINO MÁS BIEN REPRENDEDLAS".
Colosenses 1:28 dice: "A quien anunciamos, AMONESTANDO A TODO HOMBRE, y ENSEÑANDO A TODO HOMBRE en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre".
Colosenses 3:16 dice: "La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, ENSEÑÁNDOOS Y EXHORTÁNDOOS UNOS A OTROS en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales".
1 Tesalonicenses 2:11 dice: "Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, EXHORTÁBAMOS y consolábamos a cada uno de vosotros".
2 Tesalonicenses 3:14,15 dice: "Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, A ÉSE SEÑALADLO, y NO OS JUNTÉIS CON ÉL, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino AMONESTADLE como a hermano".
1 Timoteo 4:13 dice: "Entre tanto que voy, OCÚPATE EN LA LECTURA, LA EXHORTACIÓN. Y LA ENSEÑANZA".
1 Timoteo 5:1 dice: "NO REPRENDAS AL ANCIANO, SINO EXHÓRTALE COMO A PADRE: a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza".
Timoteo 5:20 dice: "A los que persisten en pecar, REPRÉNDELOS DELANTE DE TODOS, para que los demás también teman".
2 Timoteo 2:24,25 dice: "Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; QUE CON MANSEDUMBRE CORRIJA a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad".
2 Timoteo 4:2 dice: "Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; REDARGUYE. REPRENDE, EXHORTA con toda paciencia y doctrina".
Tito 1:9 dice: "Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, PARA QUE TAMBIÉN PUEDA EXHORTAR con sana enseñanza y convencer a los que contradicen".
Tito 1:13 dice: "Este testimonio es verdadero; por tanto, REPRÉNDELOS DURAMENTE, para que sean sanos en la fe".
Tito 2:15 dice: "Esto habla, y exhorta Y REPRENDE CON TODA AUTORIDAD Nadie te menosprecie".
Tito 3:10 dice: "Después de una y otra amonestación deséchalo"
Hebreos 3:13 dice: "Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; ANTES EXHORTAOS LOS UNOS A OTROS CADA DÍA, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado".
Hebreos 10:25 dice: "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, SINO EXHORTÁNDONOS; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca".
Hebreos 13:22 dice: "Os ruego, hermanos, QUE SOPORTÉIS LA PALABRA DE EXHORTACIÓN, pues os he escrito brevemente".
2 Pedro 2:16 dice: "Y FUE REPRENDIDO POR SU INIQUIDAD, pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta".
Judas 9 dice: "Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: EL SEÑOR TE REPRENDA".
Apocalipsis 3:19 dice: "YO (Jesús) REPRENDO Y CASTIGO a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete".


JESÚS REPRENDIÓ Y AMONESTO MUCHAS VECES A MUCHAS PERSONAS DURANTE SU MINISTERIO

Mateo 11:20,21 dice: "ENTONCES COMENZÓ A RECONVENIR a las ciudades en las cuales había hecho muchos milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: ¡Ay de ti, Corazín!....".
Juan 2:13-17 dice: "Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y HACIENDO UN AZOTE DE CUERDAS, ECHÓ FUERA DEL TEMPLO A TODOS Y LAS OVEJAS Y LOS BUEYES;  y esparció las monedas de los cambistas, Y VOLCÓ LAS MESAS; y dijo a los que vendían palomas: QUITAD DE AQUÍ ESTO, y no hagáis de la casa de mi Padre CASA DE MERCADO".
Jesús le dijo a sus discípulos: "Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: DURA ES ESTA PALABRA: ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿ESTO OS OFENDE? (Juan 6:60,61).
Jesús le dijo a los judíos: "VOSOTROS SOIS DE VUESTRO PADRE EL DIABLO, y los deseos de vuestro padre queréis hacer....".  (Juan 8:44).


ESTEBAN REPRENDE FUERTEMENTE A LOS JUDÍOS

Hechos 7:51-54 y 7:57,58 dice: "¡DUROS DE CERVIZ, E INCIRCUNCISOS DE CORAZÓN Y DE OÍDOS! VOSOTROS RESISTÍS SIEMPRE AL ESPÍRITU SANTO: como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron la venida del Justo, DE QUIEN AHORAVOSOTROS AHORA HABÉIS SIDO ENTREGADORES Y MATADORES; vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, Y NO LA GUARDASTEIS. OYENDO ESTAS COSAS, SE ENFURECÍAN EN SUS CORAZONES, Y CRUJÍAN LOS DIENTES CONTRA ÉL...  Entonces ellos, dando grandes voces, SE TAPARON LOS OÍDOS,  y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, LE APEDREARON....".

PEDRO AMONESTÓ FUERTEMENTE A SIMÓN
Hechos 8:20-24 dice: "Entonces Pedro le dijo: TU DINERO PEREZCA CONTIGO, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. NO TIENES TÚ NI PARTE NI SUERTE EN ESTE ASUNTO, PORQUE TU CORAZÓN NO ES RECTO delante de Dios. ARREPIÉNTETE, pues, DE ESTA TU MALDAD,  y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; PORQUE EN HIÉL DE AMARGURA Y EN PRISIÓN DE MALDAD VEO QUE ESTAS. Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí".
Hechos 10:25,26 (Pedro exhorto y amonestó a Cornelio) dice: "Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas pedro le levantó, diciendo: LEVÁNTATE, PUES YO MISMO TAMBIÉN SOY HOMBRE".
Subido por: Waldemar Romeo --- de Momostenango, Totonicapán, Guatemala.
http://lavozdejehovaatodahora.blogspot.com/

viernes, 6 de septiembre de 2013


Habló Jehová a Moisés, diciendo: 
Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.

Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así. Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.

Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.

Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.

Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.

Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo.

Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.
Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.

Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.
-EXODO 14:1-31

jueves, 8 de agosto de 2013

Cómo agradar a Dios
Cómo agradar a Dios
Por: Félix M. Paulino C.
"Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros como os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por medio del Señor Jesús; porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación;" (1 Tesalonicenses 4:1-2).


En esta primera carta, el apóstol Pablo, después de saludarles y expresar su gratitud a Dios por el testimonio de aquellos hermanos, reconociéndoles su dedicación a Dios desde el principio (cap.1), les refiere lo que fue su labor ministerial entre ellos, su trabajo y fatiga, su entera dedicación por el bien espiritual de ellos, encargándoles solemnemente que anduviesen como es digno de Dios, quien los llamó a su reino y gloria (cap.2). Él continúa dando gracias a Dios porque su labor entre ellos fue fructífera, pues recibieron las palabras que les habló, no como palabras de hombres, sino según es en verdad la Palabra de Dios.

Ellos habían dado testimonio de su fe sufriendo por el evangelio, como también las iglesias de Dios en Cristo Jesús que estaban en Judea, padeciendo de los de su propia nación igualmente que ellos. No faltaría quien dijera cosas falsas del apóstol: Como que no tenía intenciones de visitarles nuevamente. Él se disculpa por la tardanza, y a la vez enfatiza su gran anhelo por ver el rostro de aquellos que son su gloria y corona; atribuye su imposibilidad de haberles visitado al estorbo obrado por Satanás. ¿Cómo fue eso? No lo sabemos, pero sabemos que es cierto.
Al no poder ir -y con el objeto de afianzarles y exhortarles en la fe, para que ninguno se inquietara por sus tribulaciones, les envió a Timoteo, su fiel colaborador, el cual regresó de ellos con buenas noticias que produjeron gran gozo en el apóstol, por lo cual da gracias a Dios y ora ferviente y constantemente con el deseo y la intención de volver a visitarles y completar así lo que faltare a su fe. Él confía que Dios mismo dirigirá su camino; mientras tanto, les desea que el Señor les haga crecer y abundar en amor y que sus corazones sean afianzados, para que sean irreprensibles en santidad delante de Dios y en la venida de Cristo (cap.3).
Notamos que, aunque ha habido exhortación de manera incidental en los tres primeros capítulos de esta carta, es a partir del cap.4 cuando el apóstol empieza a dirigir exhortaciones a la práctica de una vida piadosa, como hace en todas sus cartas. Notamos, por las palabras del apóstol en el 4:1 que hay una transición aquí, se está pasando de una cosa a otra. El les ha estado refiriendo todas aquellas cosas, importantes por cierto, pero ahora tiene algo más que agregar. Su carta no estaría completa si faltara la parte exhortativa. Se da la instrucción y entonces se pasa a reclamar la obediencia a la misma. Se emite la ley y entonces se espera el cumplimiento. No es correcto reclamar obediencia a un mandamiento no declarado. El apóstol les ha enseñado cómo vivir la vida que agrada a Dios, por eso les dice:
A) LA MANERA DE EXHORTAR
(:1)"Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más". Por las palabras: "por lo demás, hermanos", Pablo está señalando a esas otras cosas importantes que debían ser cuidadas. [Ilust. A veces, cuando nos saludamos se nos pregunta u ofrecemos cortésmente información sobre nuestros asuntos: familia, negocios, iglesia, etc., puede ser que acerca de algunas cosas digamos: "esto está así, aquello asáo", pero sobre otros asuntos, no menos importantes, podemos decir: "lo demás está bien".] En este caso, "lo demás" que el apóstol señala, es un llamado a la conducta consecuente en virtud de las instrucciones recibidas, es un reclamo a la obediencia. Son sus exhortaciones -de orden- a la conveniente práctica de la conducta enseñada por el apóstol a fin de agradar a Dios.
El conocimiento intelectual no basta, no es suficiente; es más, dice la Escritura que el conocimiento envanece; obviamente, se refiere a esa clase de conocimiento que sólo se halla en la cabeza, pero que no ha bajado al corazón. Un dicho popular, dice; "Del dicho al hecho hay mucho trecho". ¡Es verdadero el dicho! "La fe sin obras es muerta". Puede haber conocimiento intelectual, puede haberse observado el testimonio de un ministro fiel como el apóstol Pablo, y aún así, necesitaremos una continuada amonestación y exhortación a conducirnos como es digno de nuestro santo llamamiento. Ciertamente, el buen testimonio y la instrucción apostólica comunicada por los ministros del Señor a Su iglesia son parte integral de su disciplina instructiva. Somos instruidos en la conducta santa por los preceptos y ejemplos bíblicos.
De paso, el apóstol Pablo enseña una vez más, por vía de su propio ejemplo, la manera de ejercer el ministerio como siervo de Cristo, como quien está llamado a ejercer autoridad, a amonestar, exhortar, reprender, aconsejar, etc. a la iglesia del Señor, como quien ha de dar cuenta ante el Señor. En nada favorecen a la iglesia aquellos supuestos ministros que se la pasan gritando, imponiendo sus criterios, ejerciendo dominio o señorío sobre los hermanos, obligándolos o forzándolos en alguna manera a hacer cuanto se les antoje. El apóstol Pedro ruega con mucha humildad a los ancianos -como él- a pastorear la grey de Dios, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a su cuidado, sino siendo ejemplos de la grey (1 Pedro 5:1-3). El mayor entre nosotros es el siervo.
Una buena forma de gobernar la grey del Señor es la manera mansa y humilde de presentarles la palabra del Señor, de amonestarles y exhortarles, lo cual el apóstol Pablo hace -lo mismo que los demás apóstoles- rogando y exhortando en el Señor Jesús. Esto es, en la esfera de Su reino: la iglesia, y por la autoridad conferida por el Señor. Pudiera ser que, ante la manera suave y mansa de hablar de un ministro de Jesucristo, que se dirige a sus consiervos con ruegos y exhortaciones, aparezcan quienes opinan que tal hombre no tiene autoridad, que de esa manera no llegará a ninguna parte, porque el concepto que tienen respecto al ministro o predicador del evangelio, es que debe ser un hombre que lanza rayos y centellas desde el púlpito y hace que todos tiemblen, y así conseguir algún resultado en sus oyentes; pero eso no fue la práctica ni la enseñanza de los apóstoles ni del Señor Jesús.
El ministro de Jesucristo predica la Palabra, da el consejo de Dios con mansedumbre, ruega que dicha Palabra sea obedecida y no desechada, que sea puesta en alto, valorada, como Palabra de Dios y no de hombres, porque sabe las funestas consecuencias de rechazar la palabra (:8) "...el que desecha esto (refiriéndose, por supuesto, a su exhortación en los versículos anteriores), no desecha a hombre sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo". Téngase en cuenta que estas palabras del apóstol se las está dirigiendo a aquellos que habían recibido la palabra en medio de gran tribulación con gozo del Espíritu Santo.
Esto nos indica claramente que no basta con haberla recibido en alguna ocasión anterior o al principio en ese espíritu de mansedumbre, sino que debe ser una constante. Cada vez que se les hable o se les dirija la predicación o el consejo, como dice Santiago: "...recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas" (Santiago 1:21). Pero algunos ponen sus ojos en el predicador, y al menospreciar al predicador menosprecian a Dios y a su Palabra.
Es el mismo Espíritu Santo quien ha puesto a hombres falibles, a unos de entre otros, según le ha parecido, a cuidar del rebaño del Señor; después de todo, quien verdaderamente cuida y edifica su iglesia es el Señor, pero él usa a aquellos que ha llamado para este ministerio, capacitándoles además para eso mismo. Pablo dijo a los ancianos de Efeso que cuidaran del rebaño del Señor, sobre el cual el Espíritu Santo los había puesto como supervisores, y al recordarles que se trata de la iglesia que el Señor compró con su sangre, les está diciendo implícitamente con cuánto amor, ternura y entrega la deben cuidar. Y el apóstol Pablo lo sabe y lo practica muy bien, es, por tanto, un ejemplo digno de imitar.
Ahora bien, hermanos, la Palabra del Señor comunicada por sus ministros jamás será desechada sin atraer graves consecuencias a quienes se rebelan, pues, como dice el apóstol en el (:6) "...el Señor es vengador de todo esto". Los ruegos, amonestaciones, exhortaciones, reprensiones, consejos, etc. que son comuni-cados a la iglesia en general y a cada miembro de la iglesia en particular por los ministros del Señor no son cosa de juego, no son palabras que se lleva el viento. Deséchese la labor de los ministros y ¿qué tendremos? No la iglesia del Señor, sino una sinagoga de Satanás. Los pastores son siervos de Cristo, ocupados en cumplir la voluntad del Señor en la iglesia. Es Cristo mismo quien los ha colocado en su lugar o posición de servicio, ellos mismos no se consideran dignos de tal distinción. Pablo dice: "Doy gracias al que me revistió de poder, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio" (1 Timoteo 1:12). Hermanos, no es sabio menospreciar la labor de los siervos del Señor, el equipo humano que el Señor de la iglesia está empleando para apacentar su grey .

Ellos comunican la Palabra por vía de ruegos y amonestaciones amorosas. Esto no quiere decir que a veces no pierdan los estribos, sobre todo cuando a causa de la falta de sometimiento hacen la obra del Señor entristecidos, con quejas. Pero estas cosas no se imponen por la fuerza, ese no es el método de Dios, aquí no se trata de la ley del más fuerte, ya sea física o temperamentalmente, no es asunto de astucia humana; porque la fuente de las palabras usadas es Dios mismo. Así que, no es de sabios ignorar de dónde proceden estas palabras.

Cualquiera pudiera decir, luego de la predicación o del consejo pastoral: "Eso dice ese hombre", y no sentir -por el momento- ningún remordimiento, pero si "ese hombre" es un ministro de Cristo, fiel a Su Palabra, aunque no suba la voz, aunque no golpee en el púlpito, aunque no se imponga mediante algún artificio humano, tarde o temprano se dará cuenta de que fue un error desechar su consejo, despreciar la amonestación o la exhortación pastoral. Recuerde: Su problema no es con el siervo sino con el Señor del siervo. "...porque el Señor es vengador de todo esto". Sí que podemos descansar, el Señor nos deja a nosotros la parte de hacer el bien, de hacer misericordia, de bendecir; si nos tratan mal, la venganza es de él. La ira es de El, de nosotros la intercesión, la misericordia.
Un caso del A.T. ilustra el punto. Tomó Moisés mujer cusita, y sus hermanos, María y Aarón murmuraron contra él y se sublevaron. Dijeron: "¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová?¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Dios" (Números 12). Y si sólo lo hubieran pensado, de igual manera los hubiera oído el Señor. No sólo hay que cuidarse de la murmuración, sino también de los malos pensamientos. Ni se le ocurra hacer algo así, o acariciar malos pensamientos, pero si lo va a hacer, por lo menos hágalo en donde Dios no lo pueda oír; pero tal cosa es imposible, porque Él todo lo oye, todo lo sabe.
Esta historia de la murmuración de María y Aarón la hemos leído una y otra vez y conocemos las funestas consecuencias que le sobrevinieron, especialmente a María, a causa de esta rebeldía. Jehová les preguntó luego: "¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?" Como castigo, María quedó leprosa. La parte de Moisés: Orar por misericordia a favor de sus hermanos. Hermanos, no son sin culpa quienes se rebelan contra los siervos de Dios, mansos como Moisés, tampoco lo son quienes no se acojan a los consejos de los ministros que el mismo Señor ha puesto en sus lugares de servicio.
B) LA INSTRUCCIÓN APOSTÓLICA
¿Cuál es el ruego o exhortación específica que el apóstol hace a los hermanos tesalonicenses? En una palabra: Obediencia. Que den una respuesta obediente a las instrucciones apostólicas que les han sido comunicadas en nombre del Señor Jesús. Lo cual, el apóstol hizo, no sólo en palabras sino también por medio del ejemplo (ver. Filipenses 4:9), les dice:
"Que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más" (:1b). Aquellos hermanos gozaron del ministerio personal del apóstol Pablo y sus compañeros. Aunque Pablo no esté entre nosotros no tenemos menos, porque tenemos la Palabra que el Espíritu Santo ha inspirado y que ha sido escrita para enseñarnos, redargüirnos, corregirnos, instruirnos en justicia, a fin de que seamos enteramente preparados para toda buena obra. La iglesia se sobreedifica sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo (Efesios 2:20).
La Palabra de Dios es la espada del Espíritu; y los verdaderos ministros del Señor bajo el control del Espíritu se ocupan en trazarla bien, procuran no oscurecer el consejo, no agregarle ni quitarle, sino enseñar como el apóstol Pablo "todo el consejo de Dios", predicando a tiempo y fuera de tiempo. El apóstol cumplió en parte su labor entre ellos, les enseñó "cómo les conviene conducirse y agradar a Dios". Y desea volver a verles para completar lo que falte a su fe. Habiendo sido comprados por la sangre de Cristo para Dios su Padre, nuestra vida no debe tener otro objetivo que no sea conducirnos santamente para agradar a Dios.

C) EL OBJETIVO CRISTIANO - CONDUCIRSE SANTAMENTE PARA AGRADAR A DIOS

Ya que estamos hablando de esto, conviene examinar: ¿Cuánto esfuerzo hacemos por conocer la voluntad de Dios y para cumplirla a fin de agradarle a El? Tú piensas la respuesta y de inmediato surge la excusa: "Es que no tengo tiempo, tengo mucho trabajo". Como siervos del Señor, libertados del pecado, nos hallamos bajo su autoridad, la cual deseamos cumplir de manera gozosa, agradecidos por su amor y bondad hacia nosotros, y sus mandamientos -que no son gravosos- nos han sido dados en Su Palabra, la cual debemos escudriñar con el objeto de conocer más profundamente su voluntad para con nosotros.

¿Quiénes pueden efectivamente agradar a Dios? Proverbios 11:20b nos dice que "los de camino intachable le son agradables". David dijo en 1 Crónicas 29:17 "Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada". Aún siendo salvos nos acecha el peligro de desviar nuestro sometimiento, y en lugar de servir a Dios y agradarle nos hacemos esclavos de los hombres procurando agradar a los hombres. El apóstol escribió a estos hermanos de su firme determinación de agradar a Dios al cumplir su ministerio entre ellos, les dijo en (1 Tesalonicenses 2:3,4) léase. Esta es, sin lugar a duda, una característica del verdadero ministro de Jesucristo, porque como Pablo les dice a los Gálatas " (Gálatas 1:10).
¿Quiénes no puede agradar a Dios? Romamnos 8:8 nos dice: "y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios". ¿Y cuál es el problema del que vive en la carne? Que "la mentalidad de la carne es enemistad contra Dios; porque no se somete a la ley de Dios, ya que ni siquiera puede". El hombre carnal no agrada a Dios, es un enemigo de Dios, porque no quiere ni puede someterse a Dios. Vemos nuevamente la relación que existe entre agradar a Dios y someterse a El en obediencia.
No pueden agradar a Dios, son enemigos de Dios, no quieren ni pueden someterse a Dios porque no tienen fe, como nos dice Hebreos.11:6 "Y sin fe es imposible agradar a Dios". En el versículo anterior nos dice que Enoc fue trasladado para no ver muerte, que Dios lo trasladó; y que antes de ser trasladado, "tuvo testimonio de haber agradado a Dios". El mismo escritor a los Hebreos citó al profeta Habacuc y el mensaje que Dios le dio: "Mas el justo vivirá por fe", y agrega: "Y si retrocediere no agradará a mi alma" (Hebreos 10:38).
¿Cuáles beneficios o resultados acarrea el agradar a Dios? Aunque nuestra entrega y servicio al Señor en gratitud a El deberían ser incondicionales (ya se nos ha enriquecido), el mismo Dios nos estimula por medio de promesas de premios y recompensas o buenos resultados, los beneficios que se hallan ligados a nuestra vida de obediencia a El. Vivimos en un mundo lleno de enemigos (gratuitos), no es fácil vivir en paz con los hombres impíos. Si nos ocupamos en agradar a Dios, él se ocupara en hacer que nuestros enemigos estén en paz con nosotros. Proverbios 16:7 nos dice: "Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aún a sus enemigos hace estar en paz con él". Otros beneficios (Eclesiastés 7:26; Juan 8:29).
El apóstol les refresca la memoria, ellos habían sido instruidos, pero tienen necesidad de que se les recuerde lo ya enseñado, pues se les ha instruido con el evangelio eterno, no con doctrinas que cambian con el tiempo, que procuran adecuarse a la época, muchos tuercen así las Escrituras, pero nuestro Señor ha dicho: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". Les dice el apóstol:
(:2) "Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por medio del Señor Jesús", y entonces pasa -por decirlo así- a darles un repaso que comprende los versículos 3-7. Todo el repaso se halla bajo el titulo, y enmarcado por la declaración de que la voluntad de Dios es nuestra santificación (:3 y :7). Sean las palabras de este mensaje motivo de meditación a fin de asegurarnos de estar correctos en la actitud que tenemos frente a la Palabra del Señor predicada y frente al ministro del Señor.

miércoles, 16 de enero de 2013

La gran tribulación



A. La gran tribulación en contraste con la tribulación en general
Ha habido mucha confusión en torno a la doctrina de la Gran Tribulación porque algunos no han hecho la distinción entre las tribulaciones y sufrimientos generales del pueblo de Dios y el período específico de la Gran Tribulación descrito en el Antiguo y el Nuevo Testamentos. El concepto de tribulación supone un tiempo de presiones, aflicciones, angustias de corazón y perturbaciones en general. En consecuencia, una situación de tribulación es una experiencia común de la raza humana que resulta de su pecado y rebelión contra Dios y del conflicto entre Dios y Satanás en el mundo.
Según Job 5:7: «Como las chispas nacen para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.» Cristo aseguró a sus discípulos en Juan 16:33: «en el mundo tendréis aflicción». Los sufrimientos de Job en el Antiguo Testamento y los problemas de Pablo con su aguijón en la carne en el Nuevo Testamento son sintomáticos de una raza humana que constantemente está en tribulación y soportando muchos tipos de aflicciones. Estas han caracterizado a la raza humana desde Adán y seguirán en alguna medida hasta que la historia humana haya terminado su carrera, aunque se verá grandemente aliviado durante el reino milenial.
En contraste con estas intimaciones generales de pruebas y sufrimientos que afligen a la raza, las Escrituras hablan de un tiempo especial de tribulación al fin de la era, un tiempo específico de gran tribulación que durará cuarenta y dos meses y desembocará en la segunda venida de Cristo.
B. Doctrina veterotestamentaria de la gran tribulación
Ya en Deuteronomio 4:29-30 se advirtió a Israel a fin de que se volviera al Señor cuando se viera en el período de tribulación de los últimos días. Este tiempo específico es objeto de especial atención por el profeta Jeremías. En Jeremías 30:1-10 predice que el tiempo de tribulación será precedido por un regreso parcial de los hijos de Israel a su tierra:
«Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán» (v. 3).
Inmediatamente después, en los versículos 4-7 se describe el período de tribulación que vendrá sobre ellos después de haber regresado a la tierra. Israel estará con dolores como de una mujer que está de parto. El tiempo de tribulación se describe específicamente en Jeremías 30:7: « ¡Ah, cuán grande es aquel día!; tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.»
A Israel se le da la promesa de que aunque tenga que pasar por este tiempo de gran tribulación, Dios quebrantará el yugo de su cautiverio y ya no servirá más a los gentiles. En cambio, según el versículo 9, «servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré». Esto anuncia el reino milenial, cuando David será resucitado y con Cristo reinará sobre la casa de Israel. De acuerdo con esto, a Israel se le da ánimo para que no desmaye; es el propósito de Dios que a su tiempo «Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo y no habrá quien espante» (y. 10).
El tiempo de la angustia de Jacob, o gran tribulación, está considerado en Daniel 9:27 después del quebrantamiento del pacto. Aquí se revela específicamente que será la mitad del período de siete años, esto es, tres años y medio. «El príncipe que ha de venir» (Dn. 9:26) «por otra semana confirmará el pacto con muchos» (y. 27), esto es, hará un pacto de siete años. Quebrantará el pacto en la mitad de la semana, esto es, después de tres años y medio, y «hará cesar el sacrificio y la ofrenda» y producirá la abominación del templo.
Daniel 12:11 añade la información: «Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.» Esto es aproximadamente tres años y medio y algunos días, y el período incluye la segunda venida de Cristo y los primeros juicios que se realizarán. La bendición descrita en Daniel 12:12, que vendrá después de 1335 días, incluye no solamente el tiempo de la Gran Tribulación, la segunda venida de Cristo y los juicios, sino también el establecimiento del bienaventurado reino milenial sobre la tierra. Consecuentemente, el período de la Gran Tribulación se especifica como de cuarenta y dos meses o tres años y medio.
La Gran Tribulación terminará con la segunda venida de Cristo. Según Daniel 7:13-14, el período concluye con la venida del Hijo del Hombre del cielo, quedando todas las naciones bajo su dominio. El rey impío y el gobierno que preceden a la segunda venida de Cristo serán destruidos (Dn. 7:26), y el reino eterno comenzará y será caracterizado primero por el reino milenial y luego por el gobierno de Dios en los nuevos cielos y la nueva tierra. La doctrina del Antiguo Testamento es relativamente completa, pero a esto se puede agregar la revelación del Nuevo Testamento.
Según Daniel 11:36-39, el tiempo del fin será caracterizado religiosamente por una religión atea encabezada por el gobernador mundial. En estos versículos es descrito como un gobernante absoluto que descarta todos los dioses anteriores y se magnifica a sí mismo por sobre Dios. Honra solamente al dios de la fuerza, esto es, al dios de la guerra. Es materialista y ateo. Su reino termina en la guerra gigantesca descrita en los versículos 40-45. Los ejércitos del sur, del norte y del oriente lo presionan. Aunque aparentemente es capaz de resistir por un tiempo, en el momento de la venida de Cristo aún está la batalla en todo su vigor, con lo que termina la Gran Tribulación.
C. La doctrina de la gran tribulación en el nuevo testamento
Cuando los discípulos le preguntaron acerca del tiempo de su segunda venida y del fin del siglo, Jesús les dio en primer lugar una serie de señales que para nosotros ya se han cumplido en su mayor parte, acontecimientos y situaciones que caracterizan la era que se extiende entre la primera y la segunda venidas de Cristo (Mt. 24:3-14).
Luego, en Mateo 24:15-29, Cristo responde a la pregunta sobre señales específicas describiendo la Gran Tribulación misma. Dice que comenzará cuando los hombres vean en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (y. 15), refiriéndose a la profanación del templo y a la ocupación del lugar de Dios en el templo por el gobernante del Mediterráneo. Avisa a los hijos de Israel que cuando esto ocurra, y será identificado por algún acontecimiento específico en un día determinado, deben huir a las montañas para salvar la vida.
Cristo declara en Mateo 24:21-22: «Porque habrá entonces gran tribulación, cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.» Aquí Cristo identifica claramente el período de gran tribulación, en contraste con todos los demás períodos de tribulación. Va a ser tan grande en su extensión, que eclipsará toda otra experiencia previa del mundo en cuanto a sufrimientos.
La tribulación será tan grave que, a menos que sea acortada (literalmente, terminada), ningún ser humano quedaría vivo sobre la tierra. Esto no implica, como algunos han interpretado la palabra «acortados», que terminará antes de los cuarenta y dos meses. Significa simplemente que si no fuera terminada por la segunda venida, la Gran Tribulación exterminaría toda la raza humana. «Por causa de los escogidos» —ya sea que se refiera a los salvados de Israel, a los salvados de los gentiles o a ambos— el regreso de Cristo, aunque será un tiempo de juicio para el mundo, será un tiempo de liberación para los salvados.
En los versículos que siguen, nuestro Señor describe algunas de las características de este período. Habrá falsos profetas y falsos cristos (Mt. 24:23-24). Habrá falsos informes de que Cristo habrá venido secretamente (y. 26). Avisa sus discípulos que ninguno debe ser engañado en aquel tempo, porque la segunda venida de Cristo será un acontecimiento público como el relámpago que alumbra desde el ‘riente hasta el occidente (y. 27). La tribulación misma también se describe en el versículo 29 como el tiempo cuando el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán «conmovidas». Esto será seguido por la venida de Cristo. La descripción de la Gran Tribulación dada por Cristo en respuesta a la pregunta de los discípulos es confirmada por la información adicional en Apocalipsis 6 - 18. En el capítulo 6 e abre el rollo de los siete sellos descrito en Apocalipsis 5:1. A medida que se rompe cada sello comienzan a sobrevenir grandes catástrofes sobre el mundo. Esto empieza con el primer sello, que describe un gobierno mundial (Ap. 6:1-2). Esto es seguido por guerras (vv. 3-4), hambres (vv. 5-6) y la muerte de la cuarta parte de la tierra (vv. 7-8). El quinto ello representa a los mártires que mueren en aquel período vv. 9-11), y grandes disturbios en los cielos, incluyendo las estrellas que caen del cielo y un gran terremoto sobre la tierra, y el sol que se pone negro y la luna como sangre vv. 12-14). El impresionante despliegue de poder divino en 1 mundo inspira temor a los incrédulos, que piden a las montañas que caigan sobre ellos y los salven del gran día de u ira (vv. 15-17).
Cuando se rompe el séptimo sello (8:1) sale de él otra serie de siete, llamada las siete trompetas de los ángeles (Ap. 8:2 - 9:21; 11:15-19). Estos grandes juicios en su mayor arte son catástrofes sobre el mundo natural que tienen como resultado la pérdida de muchas vidas, en que la tercera parte de la tierra es consumida por el fuego, una tercera parte el océano se convierte en sangre, destruyendo un tercio de las criaturas del mar, las estrellas del cielo caen sobre una tercera parte de los ríos (8:7-11). La cuarta trompeta concierne a las estrellas; una tercera parte del sol, la luna y las estrellas se oscurecen, y se da la predicción de terribles desastres que sobrevendrán con las tres trompetas siguientes.
La quinta trompeta (9:1-12) presenta a los inconversos atormentados por demonios durante cinco meses de terrible agonía, pero incapaces de quitarse la vida. La sexta trompeta (9:13-21) se relaciona con el gran ejército que viene del oriente y cruza el río Eufrates para participar en la gran guerra del fin del período de la tribulación. La séptima trompeta (11:15) está cerca del fin del período y anuncia la venida de Cristo y el establecimiento de su reino.
Sin embargo, la séptima trompeta introduce otra serie de siete juicios que aparecen en rápida sucesión, y que se denominan las copas de la ira de Dios en Apocalipsis 16. Cada uno de éstos es más destructivo que las trompetas del juicio y constituyen un derramamiento final de la ira de Dios sobre la tierra, preparatorio de la segunda venida de Cristo mismo.
La sexta copa está relacionada con la preparación de la gran batalla de Dios que se centra en un lugar llamado Armagedón, por lo que esta batalla recibe el nombre de batalla de Armagedón. Aquí los reyes de la tierra y sus ejércitos se han reunido para la batalla según Apocalipsis 16:14. La aparente contradicción de Satanás que inspira a los reyes de la tierra a fin de que se rebelen contra el gobernante que Satanás mismo ha puesto sobre el trono del gobierno mundial, aparece solucionada por este hecho: Satanás reúne sus fuerzas bajo la ilusión de que están peleando por el poder mundial, pero realmente están guiados por Satanás a fin de oponerse a los ejércitos que acompañarán a Cristo cuando El vuelva a la tierra (Ap. 19:14).
La copa final, descrita en Apocalipsis 16:17-21, consiste de un gran terremoto que destruye las grandes ciudades del mundo, trae juicio contra Babilonia y hace desaparecer las islas y montañas. El clímax es una gran tormenta de granizos, con granizos de un talento de peso, esto es, unos 46 Kilos, que destruyen lo que había quedado. El mundo está en estado de caos y destrucción y en guerra en el momento de la segunda venida de Cristo.
¡Qué sueño más falso han tenido algunos teólogos que imaginan que el mundo irá mejorando poco a poco hasta que gradualmente queda sometido al evangelio, y de este modo es conducido a la obediencia a Cristo! Más bien las Escrituras describen el mundo en un horroroso clímax de maldad y rebelión contra Dios, encabezado por un gobernante mundial ateo, blasfemo y perseguidor de todos los que se identifican con Dios.
El reino de justicia de Dios sobre la tierra será introducido por la segunda venida de Cristo y no por esfuerzos humanos, y será un juicio dramático sobre la maldad del mundo, al mismo tiempo que será una maravillosa liberación para quienes han puesto su confianza en Cristo en esos trágicos días.
El hecho de que la Gran Tribulación sea tan terrible, destinada para el incrédulo y para el blasfemo más que para el hijo de Dios, es otra razón por la que muchos creen que el arrebatamiento de la iglesia ocurrirá antes de este terrible tiempo de sufrimientos. Es significativo que la iglesia jamás se nombra en los pasajes relacionados con la Gran Tribulación; aunque habrá hombres que vendrán a Cristo y son llamados santos, jamás se usan las expresiones específicas que los relacionarían con la iglesia. En cambio, son judíos salvados y gentiles salvados, muchos de ellos sometidos a martirio, y son muy pocos los que sobreviven en el período.
Tomada como un todo, la Gran Tribulación es un preludio de la segunda venida de Cristo, haciendo claro cuán necesaria es la intervención divina en el escenario mundial, tanto para juzgar a los malos como para liberar a los santos, y proporcionando un agudo contraste entre la tenebrosa hora de la tribulación y la gloria del reino que la sucederá.
PREGUNTAS
1. Distinguir entre tribulación en general y Gran Tribulación.
2. ¿Cuál es la primera referencia al tiempo futuro de la Gran Tribulación en las Escrituras?
3. Según Jeremías 30:1-10, ¿cuál es el orden de los sucesos al final de la era?
4. ¿Cómo se relaciona la profecía de Daniel 9:27 con la Gran Tribulación?
5. ¿Qué suceso señala el quebrantamiento del pacto y el comienzo de la Gran Tribulación?
6. ¿Qué caracterizará a la religión de la Gran Tribulación?
7. Describir la guerra al final de la Gran Tribulación, según Daniel.
8. ¿Qué suceso pondrá término a la Gran Tribulación, según Daniel?
9. Según Cristo, ¿qué suceso pone en marcha la Gran Tribulación?
10 Según Cristo, ¿qué va a hacer Israel en el período de la Gran Tribulación?
11. ¿Qué ocurriría, según Cristo, si la Gran Tribulación no fuera terminada por su segunda venida?
12. ¿Cuáles son algunos sucesos y situaciones que preceden inmediatamente a la venida de Cristo, según Mateo 24?
13. ¿Cómo se describe la venida de Cristo misma en Mateo 24?
14. Según Apocalipsis 6:1 - 8:1, ¿qué sucesos están relacionados con la ruptura de los siete sellos?
15. Según Apocalipsis 8:2 - 9:21, ¿qué sucesos están relacionados con el toque de las siete trompetas?
16. ¿Cuál es la situación descrita por el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios en Apocalipsis 16?
17. Describir en detalle los resultados del derramamiento de la séptima copa sobre la tierra.
18. ¿Cómo demuestra la descripción de los sellos, trompetas y copas que el punto de vista postmilenial de que el mundo mejorará gradualmente no tiene apoyo bíblico?
19. ¿Cómo se realizará el reinado justo de Dios en el mundo?
20. ¿En qué forma apoyan los juicios gráficos de Dios durante la Gran Tribulación la doctrina del arrebatamiento como un suceso que la precede y por ello da gran consuelo e inspiración a los cristianos?